Maravillados en la fe | Venezuela
Desde que Danny Flores conoció a Cristo como su salvador se involucró en la iglesia local en evangelismo y discipulado. “Siempre sentí la necesidad de hablarles a otros de Cristo, y creó que Dios me ha permitido hacerlo”, cuenta ella y con esta pasión ella buscó la oportunidad de servir por medio de su iglesia local y el pastor le invitó a participar como plantadora y ser una nueva obrera de la mies en San Felipe, Venezuela.
“Empezamos a trabajar en Piedra Grande, una zona pequeña donde apenas hay 70 familias. Los visitarlos casa por casa presentando el Evangelio. Esta comunidad ha estado abandonada no sólo por el Gobierno y las autoridades sino también por la iglesia y hay necesidades muy grandes, tanto físicas como espirituales”, cuenta Danny.
Fruto de la consolidación y discipulado a la gente de este lugar es Nixon Domínguez quien recibió a Cristo. Él cuenta que durante muchos años buscó paz y tranquilidad para su vida y a pesar que había probado todo tipo de vicios para apagar esta necesidad en su corazón, no había logrado encontrar lo que tanto buscó hasta que reconoció que necesitaba un salvador.
“Una vez que me bauticé, con mi familia decidimos que debíamos compartir con otros lo que Dios hizo en nuestras vidas. Mi familia vio como fui transformado y ellos me acompañan y me apoyan en esta labor”, dice él.
“La fe en Cristo Jesús hace maravillas y como hijos de Dios tenemos un protagonismo tremendo para mostrar esa gloria de Dios”, asegura Danny quien seguirá llevando esperanza por medio del Evangelio en esta comunidad junto a Nixon y su familia.
Luis Alberto Cruz es pastor en la Iglesia Ebenezer de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, en Cárdenas, Tabasco. También es multiplicador voluntario para la Red de Multiplicación con su denominación desde hace tres años.
María Córdoba está plantando una nueva iglesia en Ciudad Santino, en la periferia de Managua, como parte de la visión de su iglesia madre, Ministerio Restauración, de plantar 500 nuevas iglesias en 5 años.
Como supervisor empecé a motivar a los pastores para trabajar juntos y empezamos a ver módulos y todos los recursos. Personalmente me involucre con los líderes de esta iglesia donde soy el pastor principal. Teníamos muchos líderes formados por varios años, pero nunca una iglesia nueva porque siempre se mantenían en cambios pastorales. En 30 años hubo 10 cambios pastorales”.
Roberto Espinoza vive en Cayambe, Ecuador, y desde que aceptó a Cristo tuvo la convicción de compartir con otros del Evangelio. Estuvo involucrado en áreas del liderazgo de su iglesia local, y también cuenta que le brindaron la oportunidad de participar en el entrenamiento como plantador de iglesias.